🇪🇸🇻🇪 Posible nueva crisis diplomática entre España y Venezuela

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Tensión entre ambos países tras el reconocimiento por parte el Congreso de los Diputados al exiliado Edmundo González como nuevo presidente electo de Venezuela tras las polémicas elecciones presidenciales venezolanas del pasado 28 de julio. Desde Venezuela se pide romper relaciones con España y convoca en Caracas al embajador español después de que la ministra de Defensa española calificara de dictadura al Gobierno de Maduro.

Las últimas elecciones dieron como ganador a Nicolás Maduro con el 51,2% de los votos según el escrutinio oficial, el Consejo Nacional Electoral. Sin embargo, el escrutinio no ha ofrecido pruebas y son varias las denuncias de fraude. La oposición tras conseguir aproximadamente el 80% de las actas de escrutinio afirma que Maduro habría perdido las elecciones. 

En los días y semanas posteriores en el país surgieron grandes protestas por el posible fraude electoral donde se derribaron estatuas de Hugo Chávez. En respuesta Maduro aumentó la presencia policial en las calles dando lugar a cientos de detenidos y algunos muertos.

El opositor Edmundo González, para evitar ser apresado, llegó el 8 de septiembre a España buscando asilo político. Tres días después el Congreso de los Diputados aprobó reconocer a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela. La propuesta del partido de centroderecha Partido Popular  obtuvo 177 votos a favor, alcanzando la mayoría para aprobar el texto. Sin embargo, esta propuesta es solo simbólica ya que es el Gobierno español quién tiene el poder para realizar ese tipo de reconocimiento. El PSOE, partido en el gobierno y de centroizquierda, se opuso a esta iniciativa. La postura del Gobierno es pedir a Maduro que enseñe las actas para verificar el resultado.

El presidente del Parlamento de Venezuela, Jorge Rodríguez, respondió a esta votación con una petición de romper todas las relaciones con España y con la marcha de los representantes de España de territorio venezolano.

No parece que se vayan a romper relaciones, pero la situación se ha tensado aún más tras las declaraciones de Margarita Robles, ministra de Defensa española. En un acto en el Ateneo de Madrid la ministra calificó al Gobierno de Nicolás Maduro de dictadura. Además, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibió en el palacio presidencial de La Moncloa a Edmundo González.

Maduro ha decidido convocar después de estas palabras al embajador español en Caracas y ha llamado a consultas al representante venezolano en Madrid. El ministro de Exterioresespañol, José Manuel Albares, no ha querido añadir más leña al fuego y ha descrito como soberana la decisión de convocar al embajador.

Sin embargo, desde Caracas se informa que se han detenido a dos españoles acusados de ser agentes encubiertos del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) español con el plan de desestabilizar al Gobierno venezolano. Desde España se desmiente estar detrás de cualquier intento de intromisión en la política venezolana.

¿Ruptura comercial?

Las relaciones comerciales entre ambos países no pasan por su mejor momento. A pesar de que es un escenario poco probable, una ruptura comercial afectaría negativamente a Venezuela y algunas empresas españolas importantes.

Casi el 90% de las importaciones venezolanas hacia España son de combustible, y desde el inicio de la guerra en Ucrania estas importaciones se multiplicaron por cuatro. Una ruptura afectaría a España, aunque podría buscar otros proveedores en el mercado, no sería un varapalo.  

Sin embargo, Venezuela podría sufrir más una ruptura ya que España es uno de sus mayores compradores de petróleo. España es además uno de los mayores inversores  en Venezuela donde hay más de 120 empresas que en total invierten en el país 500 millones de euros.Repsol, multinacional energética y petroquímica española, tiene varios proyectos en Venezuela que permiten mantener con luz algunas regiones del país sudamericano. Cualquier disputa podría acarrear grandes apagones en onas del país americano. Esto significa que ninguno de los dos países les interesaría de verdad una ruptura comercial.

Por lo tanto, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, y Repsol se hanreunido para calmar las aguas y aclarar que el petróleo quedaría afuera de cualquier posible sanción a España.

Por lo que cabe esperar que la crisis sea solo a nivel diplomático y que no vaya a más, aunque es importante ver cómo evoluciona la situación. Desde España la postura es clara: calmar las aguas.

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